sábado, 15 de mayo de 2010


Cuba: un Desesperante inmovilismo

Por Patrick Bèle/ Le Figaro.

Une  vendeuse de produits agricoles attend une livraison dans son magasin, le  2 mai dernier

En Cuba en ocasiones la historia parece detenida hace décadas. El lunes, 03 de mayo, al Viceprimer Ministro y Ministro de Transportes lo han destituido. Su nombre era Jorge Luis Sierra, de 49 años. Él fue despedido por "errores cometidos en el ejercicio de sus funciones". El general Antonio Enrique Luzón, de 80 años, lo sustituye. Es uno de los comandantes históricos de la revolución cubana de 1959 - con Fidel y Raúl Castro, Camilo Cienfuegos y Che Guevara. Desde que Fidel se enfermó en julio de 2006 y su hermano Raúl ocupó su lugar al frente del Consejo de Estado, algunos han alimentado la esperanza de que comenzó una nueva era. El líder máximo había manejado con puño de hierro el país desde 1959. "El único cambio es que Fidel ya no es omnipresente en la radio o la televisión- dice un disidente-. Por el contrario , el régimen es aún más cerrado y con los militares presentes en todos los niveles".

La economía no puede dejar de sumergirse en una profunda apatía por falta de reforma. Con la libreta de racionamiento, creada en 1962, cada vez se puede comprar menos comida y las tiendas están desesperadamente vacías.

El país ha sufrido, con la crisis internacional, la caída del precio del níquel, uno de sus principales productos de exportación, y la disminución de los ingresos por turismo. Los huracanes Ike y Gustav devastaron la isla occidental en septiembre de 2008, causando miles de millones de dólares en daños, especialmente en la agricultura. La reconstrucción sufre de falta de materiales básicos.

"El bloqueo impuesto por los Estados Unidos nos duele, porque Cuba es una isla" . Es el análisis de Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional. Pero no es suficiente para explicar las dificultades. El camarada Raúl dijo: "Nuestra disciplina en el trabajo y la productividad son muy insuficientes. Ha habido excesos en la aplicación del modelo socialista". A pesar de ello, las reformas económicas son muy tímidas. La última fue la privatización de los salones de tres asientos o menos.

El régimen se amuralló abruptamente en los últimos meses en materia de derechos humanos, especialmente después de la reacción internacional ante la muerte, a raíz de una huelga de hambre, de Orlando Zapata en febrero pasado.
El cardenal Jaime Ortega tuvo que intervenir directamente, el 1 de mayo, para que las Damas de Blanco - madres, esposas e hijas de los presos políticos - puedan manifestarse por las calles sin ser asaltadas. Una docena de ellas han ido a la iglesia todos los domingos en Santa Rita, en el barrio de Miramar. El 25 de abril, sufrieron más de siete horas de acoso, abucheos, burlas e insultos de un centenar de personas que las rodearon. "Manifestación espontánea", explicó uno de los funcionarios estatales en el sitio. Un pequeño camión de reabastecimiento de manifestantes en contra, estacionados en las inmediaciones, lo pone en duda.


Pero el público parece indiferente a estas cuestiones, se empeña en poder vivir en una economía de escasez y con un sistema burocrático que transforma cualquier acción en una carrera de obstáculos. En privado, los cubanos están dispuestos a compartir sus dificultades: "No es fácil vivir con el dinero que me deja Raúl (sic)", dice Pablo. Afortunadamente, soy un taxista, y con los turistas, hago unos CUC extras. "Dos monedas circulan en Cuba: el peso cubano, que se utiliza sólo en tiendas vacías, y la CUC, la moneda convertible aceptada en los comercios, hoteles y restaurantes para extranjeros. Era imposible, por ejemplo, en abril, comprar pasta de dientes, a no ser en las tiendas de los hoteles internacionales.


En La Habana, la carrera por obtener CUC ocupa gran parte del tiempo de los cubanos. En el Malecón o en el casco antiguo, un desconocido ofrece todo tipo de servicios a cambio de algunos CUC.

Las autoridades de La Habana son conscientes que la economía cubana requiere de reformas profundas. Pero en cuatro años nada ha cambiado, excepto la autorización para comprar teléfonos móviles y ordenadores, una operación costosa, la privatización de algunas parcelas en barbecho y la privatización de la barbería.

Algunos toman sus problemas con paciencia y confian en la llegada de las "realidades biológicas" (una expresión del mismo Raúl Castro para describir la gradual desaparición de los viejos héroes) para que traigan un nuevo jefe de Estado. Recordemos que, gracias a la calidad de la medicina cubana, la esperanza de vida de los cubanos es una de las más altas del mundo ..

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