martes, 23 de marzo de 2010

Laura Pollán: "No tenemos miedo, nos sentimos más fuertes que nunca"

Laura Pollán. Líder de las Damas de Blanco. Este grupo de esposas, madres e hijas de presos ha echado un pulso a Castro


/ AFP DANIEL LOZANO - 23/03/2010 09:00

Si quieren, que nos maten. ¡Libertad!". El grito de paz de Laura Pollán resuena al frente de un grupo de mujeres vestidas de blanco. Un gladiolo en una mano. En la otra, los dedos índice y anular dibujando la L de libertad. No importa que esta mujer de 62 años, líder indomable de las Damas de Blanco, tenga el brazo en cabestrillo, un dedo fracturado y un pie "machacado" tras las agresiones sufridas a manos de policías y partidarios gubernamentales. Tampoco que su diabetes crónica ponga en jaque su salud. Pollán ha capitaneado la rebelión de la Primavera Blanca: 40 esposas, madres e hijas de los periodistas y disidentes apresados hace siete años en la otra primavera, la llamada Primavera Negra, echando un pulso inédito, jamás vivido antes, a la Revolución Cubana.

Laura Pollán contesta a las preguntas de Público tras la última protesta en las calles habaneras. Junto a ella, Reina Tamayo. La madre del disidente muerto el mes pasado en huelga de hambre Orlando Zapata encuentra las palabras justas para definir a su amiga: "Laura, sobre todo, es una mujer valiente. Ella nos guía. Siempre al frente, pese a golpes e insultos". Ambas mujeres saben que sus uniformes blancos se han paseado por las televisiones de medio mundo. Ellas, remedo caribeño de las Madres de Mayo argentinas, todavía no han podido recoger el Premio Sajarov 2005 a los derechos humanos otorgado por el Parlamento Europeo. El Gobierno de los hermanos Castro no les ha concedido el permiso. El mismo Gobierno que mantiene en prisión al marido de Pollán, Héctor Maseda, presidente del Partido Liberal Democrático de Cuba y periodista independiente.

¿Qué puede cambiar en Cuba tras los siete días de protesta de la Primavera Blanca?

"Estaremos en la calle gritando mientras quede un solo preso político"

Estoy convencida de que después de esta semana muchas cosas ya no serán igual. La primera es que el Gobierno ya sabe que no puede violar impunemente nuestros derechos, ya no puede ocultar al mundo la represión que llevamos sufriendo durante todos estos años. Los periodistas, en un acto de valentía, han enseñado al mundo sus imágenes y sus fotografías con todo lo sucedido en La Habana. Nuestra intención era llamar la atención para conseguir la libertad de nuestros hombres. Y después de estos días nunca la he sentido tan cercana.

El efecto Zapata ha sobrevolado durante la semana de protestas.

Sí, Orlando Zapata sigue con nosotras. Ese es nuestro grito, ¡Zapata, vive! Pero sentimos profundamente que se haya regado la tierra cubana con la sangre de un hombre como él. Las Damas de Blanco responsabilizamos al Gobierno de los hermanos Castro de su muerte. Su madre, Reina Tamayo, ha estado junto a nosotras durante toda la semana. Ella está pidiendo la exhumación del cadáver de su hijo.

¿En qué basan las Damas de Blanco sus esperanzas de cambio?

Creemos que todo el mundo se ha impresionado con lo que aquí pasa y que van a exigir de una vez por todas y con mayor ímpetu la libertad de los presos. Y no sólo Europa, Canadá y Estados Unidos, como hasta ahora. También Chile, Costa Rica, México, Uruguay, los países de América Latina, amigos de Cuba, también piden su libertad. Muchas voces unidas lo pueden conseguir. Tampoco quiero olvidar la campaña Yo acuso, que se está llevando a cabo a través de Internet, que ya ha conseguido más de 30.000 firmas [entre las últimas figuran las de Jordi Pujol y la alemana Herta Müller, premio Nobel de Literatura], y a la que también nos hemos sumado nosotras. Por todo esto, espero que el año que viene no estemos celebrando el octavo aniversario de la Primavera Negra.

Tras las agresiones que sufrieron el pasado miércoles, cuando fueron desalojadas a la fuerza de la calle, ¿intentó la policía negociar con ustedes?

"Nunca he sentido tan cerca como hoy la libertad de nuestros hombres"

No, en ningún momento. Pero ellos saben que se les fue de las manos. El Consejo de Estado tomó cartas en el asunto, y no sólo la Sección 21, que lleva los enfrentamientos con opositores y familiares. También han estado presentes a través del coronel Rojas. Pudimos marchar el resto de los días, eso sí, con las turbas paramilitares gritando ofensas y obscenidades.

¿Quiénes componen estos mítines de repudio?

Siempre son los mismos. Aparecen en sus ómnibus y al acabar les vuelven a subir y se los llevan. El domingo fuimos a caminar desde la iglesia de Santa Rita hasta la Asamblea del Poder Popular. Y una vez acabado el acto, se llevaron a las turbas y pudimos desplazarnos durante nueve cuadras sin ninguna ofensa. Son ellos mismos quienes mueven a estas hordas salvajes para luego poder decir que nos protegen.

Ustedes también han denunciado que los policías las insultaban cuando se las llevaban detenidas.

Nos llamaron de todo, invertidas, prostitutas. Da vergüenza contarlo, por lo desagradable que es, porque incluso alguno de ellos se llevaba las manos a los genitales. ¿Cómo puede un Gobierno recurrir a gente de tan baja catadura? Nosotros sólo hemos gritado por la libertad y Zapata vive.

¿Tiene miedo Laura Pollán?

Las Damas de Blanco no tenemos miedo. No nos importan todas estas agresiones y ofensas. Raúl Castro ha demostrado su debilidad. Es como una fiera herida, próxima a la muerte, que empieza a tirar zarpazos. Nosotras estaremos en la calle, gritando libertad, mientras quede un solo preso político en las cárceles cubanas. Nos sentimos más fuertes que nunca.

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