miércoles, 27 de enero de 2010

Porfirio Lobo asume como nuevo presidente de Honduras

Prensa Asociada

Tegucigalpa.- Porfirio Lobo asumió hoy, miércoles, como nuevo presidente de Honduras en sustitución del derrocado mandatario Manuel Zelaya.

La banda presidencial le fue entregada por el presidente del congreso Juan Arnaldo Hernández en una ceremonia en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, ante representantes de unas 30 naciones, más de 35,000 asistentes y un cordón de seguridad integrado por unos 5,000 soldados y policías.

Juró al cargo colocando su mano izquierda sobre la Constitución sostenida por su esposa Rosa Elena Bonilla, mientras unidades militares disparaban 21 cañonazos desde un cerro cercano y aviones de combate A-37 surcaban el cielo de la capital.

Lobo, de 61 años, es agricultor, ganadero y terrateniente de la extensa provincia de Olancho, al este del país y fronteriza con Nicaragua. Proviene de una rica familia de hacendados y es administrador de empresas graduado de la universidad de Miami.

Con la asunción de Lobo y la prevista salida de Zelaya se vislumbra el fin de la crisis política en que ha estado sumida Honduras desde el golpe. Esa fecha, los militares allanaron la casa de Zelaya, y lo arrestaron y enviaron al exilio a Costa Rica.

Lobo tiene previsto acudir a la embajada de Brasil en Tegucigalpa donde está recluido Zelaya desde el 21 de septiembre, tras su subrepticio retorno al país.

Dijo que iría acompañado del presidente Leonel Fernández, de la República Dominicana, con quien firmó la semana pasada un compromiso para garantizar una salida digna y segura a Zelaya.

Está previsto que los mandatarios y Zelaya, derrocado tras intentar convocar a una constituyente, vayan a la base aérea del aeropuerto internacional Toncontín. De allí volarán Fernández y Zelaya a Santo Domingo.

El canciller brasileño Celso Amorim dijo en Ginebra que "la presencia de Zelaya en la embajada de Brasil ayudó a que hubiera algún diálogo en el país y ayudó a que fuera posible una solución (las elecciones), aunque no sea ideal ni correcta. La solución correcta sería realizar elecciones con el presidente Zelaya en el poder, pero al menos disminuyó el grado de violencia", agregó.

En la víspera, la corte suprema absolvió a los seis jefes militares que ordenaron el operativo en que Zelaya fue repatriado. La noche del martes el Congreso aprobó una amnistía para los delitos políticos y comunes conexos que se le imputaban a Zelaya y que dieron lugar a su remoción del cargo.

"La llegada de Lobo y la salida de Mel (Manuel Zelaya) no resuelve nada. Acá no se arregla nada hasta que se haga la constituyente", dijo Berta Amaya, una maestra jubilada que simpatiza con el derrocado mandatario.

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